miércoles, 22 de marzo de 2023

Experimento Fallido, mi cuento


 Experimento fallido


Central de Control de los Sujetos “Vías Muertas”

Un parpadeo incesante de luces multicolor. Autómatas sobre sus monitores analizando resultados.

Una pantalla central de grandes dimensiones deja ver, uno a uno, los resultados de los experimentos.

Caso 5685 inserto en cuadrante An52B. Sujeto: Político. Resultado: Positivo. Desarrollo: Según lo pre establecido en Directiva AB. Soborno Aceptado.




Caso 9187 inserto en cuadrante Alfa 100. Sujeto A: Asesino Serial. Sujeto B: Prostituta. Resultado: Positivo. Desarrollo: Según lo pre establecido en Directiva A. Asesinato cumplido, asesino capturado.



Se llaman “Vías Muertas” a seres humanos que no encajan en ningún grupo social. 

Todos los seres humanos son manipulados desde la Central de Control para establecer Directivas de Comportamiento y Acciones en patrones de movimiento.

Cada ser humano tiene un patrón pre establecido y constante de movimiento de inserción social y así es, indefectiblemente, como la Corporación Mundial quiere que se mantenga.

En la pantalla, se visualiza el Caso 3756 inserto en el cuadrante 123X, en pleno desarrollo experimental.

La luna llena, iluminándolo todo como un gran farol de luz blanca; un viejo puente ferroviario es un fantasma sobre el río que corre de norte a sur.


Germán apoyado sobre el barandal pierde su mirada en el agua que morirá en el mar. Acaricia una soga como pidiendo respuestas que nunca querrá oír.


Su mente sumergida en la estúpida niñez scout, decidiéndose que nudo hacer para su cometido; un corredizo en un extremo y un ballestrinque en la baranda, le habría aconsejado su guía.



Dando la espalda al río, se sienta en cuclillas y desenchufa su mente.


Irene mira el nacimiento del río como añorando algo perdido. Un bolso aferrado con ambas manos es la única pertenencia lograda en sus veintiún años de vida.


Se toma unos segundo para respirar profundo y dejar caer alguna lágrima que se perderá en los hierros del puente.

Antes de continuar su camino, nota un cuerpo oscuro sentado en la orilla opuesta a ella. Deja en el piso su bolso y cruza, con un ritmo cansino, las vías del tren.

-Hola, mi nombre es Irene, ¿buscando el camino fácil, amigo?- pregunta la chica.

-Noup, sólo hago uso de mis cinco segundos de “cordura”- responde Germán sin levantar la vista.

-Está bien, a veces ese tiempo es lo único nuestro en esta vida, cada cual lo malgasta como quiere-

-Debe ser muy fácil hablar para los que ignoran- respondió el muchacho, -sólo tienen que limitarse a eso… a hablar- dijo con un tono de fastidio.

Irene introdujo una de sus manos en el bolsillo de su campera y acarició un pequeño paquete y respondió: -Seguro, al menos los que hablamos no tomamos el camino fácil. Es más, apostaría el dinero que tengo en mi bolsillo a que no dejás nada explicando tu decisión a las personas que te aman- sonrió Irene con soberbia.

-Ganarías la apuesta, porque las personas que me aman sabrán entender que sólo así dejaré de ser un daño, un fracaso continuo… un perdedor.- gutureo Germán hastiado.

-Eso no te libera de que elegiste un camino fácil. Extremos de una soga que termina con TUS problemas… el resto que se joda-

-Qué mierda te importa. ¿Por qué no seguiste tu camino? Yo no te pedí nada, este es el lado de las vías de los que queremos irnos… aquel, el tuyo, el de los que todo lo saben. ¡Llevate a los fantasmas de tus hombros para allá!- gritó el muchacho con dolor y rabia, apurando los nudos de la soga.

-Tenés razón, no me importa. Acertaste, los fantasmas de mis hombros son tantos y tan pesados que me obligan a correr hasta de mí misma. Y todo por doscientos mugrientos pesos- se sumergió Irene en sus dudas.

Irene se tomó la cabeza con ambas manos, mientras Germán terminaba el nudo corredizo. El muchacho, sin dudas, apoyó su mano en el hombro de la chica y balbuceó

-Perdoname, siempre creo que el único mundo que existe es el mío. No creo que te sea de mucha ayuda, pero si te sirve me puedo llevar algunos de tus fantasmas en mi viaje-

-No, gracias- respondió Irene, -contigo se olvidarían y no me  puedo permitir eso, el olvido-

Hizo una breve pausa y continúo con su relato –Sabés, el alimento de ciento cincuenta chicos dependía de mí. Para la mayoría, la única comida del día y cambié eso por doscientos pesos.-


-Manejo un hogar para niños indigentes, y hoy a la tarde dos tipos me dieron plata para que desapareciera todo, la indigencia es mentira, me dijeron. Sabés por qué acepté. Soy adicta y esta plata se transforma en merca para mi escape.- lloró Irene

-Ja, hablando de caminos fáciles- comentó Germán que escuchaba atentamente.

-Así es, en el fondo vos y yo no debemos ser muy diferentes, pero en tu camino no se arrastran recuerdos.-

-¿Qué loco, no? Rifaste el futuro de los pibes, me querés evangelizar, pero en lugar de comprarte merca, huiste y querés apostar un dinero que te quema las manos. Da a puerta de esperanza para vos, pero yo de eso no sé nada y mis cinco segundos está corriendo.- dijo Germán con voz pausada y meditativa.

-Es cierto, cada cual a su destino. ¿Cómo me dijiste que te llamás?- pregunto Irene como para cumplir.

-No te dije, soy Germán y fue un gusto conocerte. Quién sabe, si esta encrucijada hubiera sido antes… quien sabe- respondió Germán.


Ató la cuerda a los fierros y dijo:

-Escuchame Irene, en ese morral dejo algunos pesos y algunas pavadas más, dónde voy no las necesito, llevalas-

-Chau Germán- dijo Irene encaminándose a las vías


De la nada, como una bestia enfurecida, apareció una locomotora pitando broncas y odios al cielo. Una luz blanca encegueció  a la chica quien sólo atinó a estirar sus manos como rogando poder parar los fierros embravecidos.

Germán, con la soga en su cuello, se desesperó y corrió hacia Irene.





Un puente ferroviario que cobra vida con las luces del amanecer. Una soga atada al barandal colgando sobre el río. Unos billetes volando hacia un bolso que yace solo en el piso.





Caso 3756 inserto en el cuadrante 123X. Sujeto A: Suicida. Sujeto B: Drogadicta. Resultado: Experimento fallido. Desarrollo: Sin parámetros pre establecidos. Acción: Captura y eliminación de los Sujetos Experimentales
















El Apócrifus


martes, 21 de marzo de 2023

¿No nos estaremos cansando de promesas?


¿Y qué pasaría si se reactivara este Blog?




¿Y qué pasaría si además, se reactivara la vieja PC?


Me lo voy a preguntar en un rato y les cuento









¿Volvería El Apócrifus?
 




El Apócrifus



miércoles, 20 de mayo de 2020

Nostalgiando

Qué bueno era esto, la gran siete... cómo te dejaba volar!!!


                                              Se me perdió
                                                                               ni en sueños

una pena


                       se dice que hasta Don Hïktor se murió.....




Nos vemos por ahí








                                                                                                                                             
El Apócrifus

sábado, 12 de noviembre de 2016

NO HA VUELTO, PERO PALPITA!!!

TODAVÍA RESPIRA???




Haciendo buen uso del tiempo que decimos no tener, sólo para justificar que no sabemos manejar nuestro tiempo, me siento frente al blog que callado, no ha muerto, sólo espera agazapado el momento de dar su zarpazo...

Como esas cosas que aparecen cuando menos las esperamos, (no me refiero a los fantashmash), abro un cuaderno fotocopiado con "Informantes de la AFIP - Dirección Informática de Fiscalización", cuyo reverso está en blanco y es ideal para borradores (gracias Pedrín) y me encuentro con texto mal escrito (mmm, uso y costumbre del autor) sobre uno de los últimos viajes a La Plata y, sin ser un zarpazo, es un buen latido para el blog y lo comparto...

ENTRE POETAS DE BOTELLA Y TINTAS PERDIDAS



Forzando la tinta, buscando un renglón que aún no haya salido...
Tiene que haber algo... Idina dio dos vueltas en la cabeza y se volvió a esconder... es mi eterno Caballo de Troya.
No pueden tener razón los que dicen que ya todo está escrito, ya todo está hecho, ya toda la música compuesta. 
Las improvisaciones del hoy son sólo la sombra de algo creado ayer? Entonces, el Amor de una vela con un pan lactal es una novela ya concebida en el pasado? No existe el Dios de las parafinas y las harinas integrales???
Y una pequeña charla con un bibliófilo con facha de poeta de tetra tribunero, me llena de títulos de textos a leer. El Universo, en eterno juguetear ajedrez de piezas propias, nos enfrenta con realidades en eterno movimiento...
-Juan Rulfo... Pedro Páramo
                                                Saer, Nadie Nunca Nada...
Piglia, Respiración Artificial                                                   Layseca, La Mujer en la Muralla
                                                                Echeverría, La Cautiva

Sobre desiertos... un granito de dudas? Se referirán a eso? (pensamiento escrito)


Y mi nuevo Amigo habla sobre su estudio sobre DESIERTOS y deja una frase de sobrecito de azúcar, con un hondo y superficial sentido: -Para poblar, hay que despoblar... un guiño de ojo y desaparece con la velocidad de su arribo.
Cosas locas, al Bibliófilo con 4000 libros en sus bolsos (declaración textual), lo vi cuando llegue a La Plata en la mañana, cuando desayunaba en la terminal y mi primer impresión fue la de un machista golpeador... la pregunta, con qué quedarse, con lo percibido o lo primero contactado? O quizás las dos, o peor aún, NINGUNA!!!
Lo único perdido en  este ANTIJUICIO son mis conocimientos, soy un árbol son raíces que flota tirando hojas informes.
Y una parte de mí, maldice a mi endeble memoria, o más bien, la limitación que me genero en nombre de mi falta de poder de retención mental.


Una lucha en la que mis debilidades... me superan por paliza!!!


Hïktor, el peregrino gris

martes, 24 de febrero de 2015

Un SciFi sin mucho SciFi

Un cuentito que temía en la gatera, sale al ruedo porque las telarañas del blog me estaban tapando la pantalla de la notbuk.
Un abrazo a los lectores, no se queden sólo con los diarios y demás pasquines, somos muchos los que escribimos boludeces a mansalva!!!
Abur
Experimento fallido
Central de Control de los Sujetos “Vías Muertas”.
Un parpadeo incesante de luces multicolor. Autómatas sobre sus monitores analizando resultados.
Una pantalla central de grandes dimensiones deja ver, uno a uno, los efectos de los experimentos.
Caso 5685 inserto en cuadrante Gamma 52 B. Sujeto: Político. Resultado: Positivo. Desarrollo: Según lo preestablecido en Directiva AB. Soborno Aceptado.
Caso 9187 inserto en cuadrante Alfa 100. Sujeto A: Asesino Serial. Sujeto B: Prostituta. Resultado: Positivo. Desarrollo: Según lo preestablecido en Directiva A. Asesinato cumplido, asesino capturado.
Se llaman “Vías Muertas” a seres humanos que no encajan en ningún grupo social. Estos hombres y mujeres son manipulados desde la Central de Control para establecer Directivas de Comportamiento y Acciones en patrones de adaptación.
Cada ser humano tiene un patrón preestablecido y constante de movimiento de inserción social y así es como la Corporación Mundial quiere que se mantenga.
Los Líderes mundiales no quieren sobresaltos en el manejo de las personas y las respuestas a los estímulos deben ser calculadas sin posibilidades de error.
Ecuación enunciada: “Un sujeto inserto en un grupo monitoreado, es fácilmente dominable”.
En la pantalla, el Caso 3756 inserto en el cuadrante Xi 123, en pleno desarrollo experimental, se visualiza.
La luna llena iluminándolo todo como un gran farol de luz blanca; un viejo puente ferroviario es un fantasma sobre el río que corre de norte a sur.
Germán apoyado sobre el barandal pierde su mirada en el agua que morirá en el mar. Acaricia una soga como pidiendo respuestas que nunca querrá oír.
Su mente sumergida en la estúpida niñez scout, decidiendo que nudo hacer para su cometido; un corredizo en un extremo y un ballestrinque en la baranda, le habría aconsejado su guía.
Dando la espalda al río, se sienta en cuclillas y desenchufa su mente.
Irene mira el nacimiento del río como añorando algo perdido. Un bolso aferrado con ambas manos es la única pertenencia lograda en sus veintiún años de vida.
Se toma unos segundo para respirar profundo y dejar caer alguna lágrima que se perderá en los fierros del puente.
Antes de continuar su camino, nota un cuerpo oscuro sentado en la orilla opuesta a ella. Deja en el piso su bolso y cruza, con un ritmo cansino, las vías del tren.
-Hola, mi nombre es Irene, ¿buscando el camino fácil, amigo?- pregunta la chica.
-Noup, sólo hago uso de mis cinco segundos de “cordura”- responde Germán sin levantar la vista.
-Está bien, a veces ese tiempo es lo único nuestro en esta vida, cada cual lo malgasta como quiere-
-Debe ser muy fácil hablar para los que ignoran- respondió el muchacho, -sólo tienen que limitarse a eso… a hablar- dijo con un tono de fastidio.
Irene introdujo una de sus manos en el bolsillo de su campera y acarició un pequeño paquete y respondió: -Seguro, al menos los que hablamos no tomamos el camino fácil. Es más, apostaría el dinero que tengo en mi bolsillo a que no dejás ni una nota explicando tu decisión. ¡Qué importan las personas que te aman!- sonrió Irene con soberbia.
-Ganarías la apuesta, porque las personas que me aman sabrán entender que sólo así voy a dejar de ser un daño, un fracaso continuo… un perdedor.- gutureo Germán hastiado.
-Eso no te libera de que elegiste un camino fácil. Extremos de una soga que termina con TUS problemas… el resto que se joda-
-¿Qué carajo te importa? ¿Por qué no seguiste tu camino? Yo no te pedí nada, este es el lado de las vías de los que queremos irnos… aquel, el tuyo, el de los que todo lo saben. ¡Llevate la mierda de tus hombros para allá!- gritó el muchacho, señalando la otra baranda y apurando los nudos de la soga.
-Tenés razón, no me importa. Acertaste, los demonios de mis hombros son tantos y tan pesados que me obligan a correr hasta de mí misma. Y todo por doscientos mugrientos pesos- se sumergió Irene en su dolor.
Irene se tomó la cabeza con ambas manos, mientras Germán terminaba el nudo corredizo.
El muchacho, reflexivo y sin dudas, apoyó su mano en el hombro de la chica y balbuceó: -Perdoname, siempre creo que el único mundo que existe es el mío. No creo que te sea de mucha ayuda, pero si te sirve me puedo llevar algunos de tus demonios en mi viaje-
-No, gracias- respondió Irene, -contigo se olvidarían y no me  puedo permitir eso, el olvido-
Hizo una breve pausa y continúo con su relato –Sabés, el alimento de ciento cincuenta chicos dependía de mí. Para la mayoría, la única comida del día y cambié eso por doscientos pesos.-
-Manejo un hogar para niños indigentes, y hoy a la tarde dos tipos me dieron plata para que desapareciera todo; la indigencia es mentira, me dijeron. ¿Sabés por qué acepté? Soy adicta y esta plata se transforma en merca para mi escape- lloró Irene.
-Hablando de caminos fáciles- comentó Germán que escuchaba atentamente.
-Así es, en el fondo vos y yo no debemos ser muy diferentes, pero en tu camino no se arrastran recuerdos-
-¿Qué loco, no? Rifaste el futuro de los pibes, me querés “evangelizar”, te quedaste con una guita muy oscura, pero en lugar de comprarte merca, huiste y querés apostar un dinero que te quema las manos. Da a puerta de esperanza para vos, pero yo de eso no sé nada y mis cinco segundos está corriendo.- dijo Germán con voz pausada y meditativa.
-Es cierto, cada cual a su destino. ¿Cómo me dijiste que te llamás?- pregunto Irene
-No te dije, soy Germán y fue un gusto conocerte. Quién sabe, si esta encrucijada hubiera sido antes… quien sabe- respondió Germán.
Ató la cuerda a los fierros y dijo: -Escuchame Irene, en ese morral dejo algunos pesos y algunas pavadas más, dónde voy no las necesito, llevalo-
-Chau Germán- dijo Irene encaminándose a las vías.
Un pájaro cantó con sonido metálico, augurio de un final.
De la nada, como una bestia enfurecida, apareció una locomotora pitando broncas y odios al cielo. Una luz blanca encegueció  a la chica quien sólo atinó a estirar sus brazos como rogando poder parar los fierros embravecidos.
Germán con la soga en su cuello se desesperó y corrió hacia Irene.
Silencio.
Un puente ferroviario que cobra vida con las luces del amanecer. Una soga atada al barandal colgando sobre el río. Un merendero con sus puertas abiertas.
Caso 3756 inserto en el cuadrante Xi 123. Sujeto A: Suicida. Sujeto B: Drogadicta. Resultado: Experimento fallido. Desarrollo: Sin parámetros preestablecidos ni conocidos. Acción: Captura y eliminación de los Sujetos Experimentales.
Hïktor, el peregrino gris

miércoles, 5 de marzo de 2014

REENCUENTRO CON MI NIÑO INTERIOR

Fue en una tarde de noviembre, entre un tostado y una acuarius de pomelo, en 8 y 48 de La Plata, el lugar y el momento donde este personaje de cuento(s) se gestó y comenzó a robarme o mejor escrito, bien usar gran parte de mi cabeza, generando historias, cuentos, soluciones y giros a las formas de ver de situaciones... Yo la llamo Mi Niño Interior y tenemos una discusión con ella, porque esta mocosa sostiene que en realidad yo soy su sueño y me llama Su Adulto Interior, así que cada vez que me despierto, no sé si soy Hïk escribiendo cuentos de una nena o soy una nena soñando a Hïk...
Acá les presento a IDINA, un nombre inventado que resultó que existía, ya que al menos una persona y famosa luce ese nombre. Abajo está la columna vertebral de lo que luego fue un cuento grabado en un CD, con la voz de Juan Ignacio "Pepe" Sánchez, con fines altruistas y verdaderamente, sin fines de lucro.
Con ustedes Idina, mi niña/adulto interior


Hïktor, el peregrino gris

IDINA


- Sería re lindo que la Reina de las Estrellas pudiera venir a mi fiestita, pero cómo le aviso-, pensó Idina.
- ¡Te imaginás a la Reina de las Estrellas bailando con la Luna!- le comentó a Fluppy, el osito de peluche.
Idina es una nena de cinco años, que tuvo un accidente y sus piernitas no habían querido moverse más. Pero esto nunca le impidió viajar por todo el Universo.
Idina viajaba constantemente sin moverse de su habitación, gracias a su gran imaginación.
Un día nado con peces de colores que brillaban y bailó, bajo el agua transparente, con feroces tiburones de tela.
Una vez, mientras corría entre las estrellas, les llamó un taxi a dos marcianitos que había perdido el tren a Saturno.
Sentada en la cola del Cometa, le llevó una camiseta a Llamita, la Princesa de Fuego de Mercurio.
En la montaña más alta, se encontró con el Yeti para tomar una chocolatada y masitas.
Un día, mientras armaba la fiesta para la Reina de las Estrellas, una palomita blanca chocó el coco contra la ventana de su pieza.
Idina vio que la paloma no podía volar, entonces la agarró y la recostó en sus piernas. Le pidió a su mamá que le trajera migas de pan y agua en una tapita, para su nueva amiga.
Pero la paloma no comió ni bebió, porque sentía mucha lástima por no poder volar.
Idina la llamó Blanquita.
A la nena se le prendió una lamparita encima de su cabeza. Tenía una idea para ayudar a la paloma.
Se acercó y le dijo: - Blanquita, te gustaría ayudarme, tengo un trabajo muy importante, por eso necesito que te cures rápido-
Se arrimó al oído de la paloma y le susurró - Yo no puedo caminar desde hace mucho tiempo, podrías ayudarme en este trabajo...- y con un "bs bs bs" cuchicheado, le dijo a la paloma lo que tenía que hacer.
Al otro día, Blanquita ya volaba por toda la habitación. Entonces Idina le abrió la ventana y Blanquita salió volando hacia el celeste cielo, alto muy alto.
Idina, sonriendo, supo enseguida que su amiga la iba a ayudar y se quedó mirando afuera de su habitación llena de alegría.
Esa misma noche, mientras la mamá acostaba a Idina en la cama, sintieron unos golpecitos en la ventana. Era Blanquita, que con su pico pedía que le abran.
Idina le explicó a su mamá que la paloma era su amiga, que le abriera, para que pueda comer migas de pan.
Grande fue el asombro de la mamá cuando vió que atrás de Blanquita, entraron la Reina de las Estrellas, la Luna y el Sol, unos tiburones de tela vestidos de gala, peces de colores que se prendían y apagaban como lucesitas, el Yeti de la mano de Llamita y Tilín Tilín, el hermanito menor de la Reina de las Estrellas, quien corrió para bailar con Idina.
Y esa noche hubo un gran baile, una fiesta universal y todos bailaron y rieron. Hasta la mamá de Idina bailó un tango con un tiburón compadrito.
Desde esa noche, las ventanas de la habitación de Idina no se cerraron nunca más.
Yo lo sé, porque bailé con Fluppy, el osito danzarín.
Hïktor, el peregrino gris
YO QUISIERA QUE...
YO QUISIERA QUE PIOLÍN
SEA MI AMIGO SALTARÍN
QUE EL PÁJARO CAMPANA
ME DESPIERTE EN LA MAÑANA
QUE AL POBRE OSO GRUNÓN
NO LE DEN UN COSCORRÓN
QUE LA SEÑORITA MARÍA
SE RÍA TODO EL DÍA
QUE COMO DICE MI HERMANITO
QUE ES MUY MUY CHIQUITO
SI ATRÁS DEL ÁRBOL TE ESCUENDES
QUE TE ENCUENTRES MUCHOS DUENDES
Y UNA COSA MÁS LES PIDO
Y QUE ESTO SUENE DIVERTIDO
SI VEN MI POESÍA EN EL JARDÍN
QUE LAS SEÑOS SE LA LEAN HASTA EL FIN
FIN.



viernes, 15 de noviembre de 2013

Andanzas de EL Pibe

EL PESCADOR DE AGUAS PROFUNDAS


Esta la cuento porque la viví en carne propia, si me la chamuyan a mí, no la creo.
Era una fresca mañana primaveral, dotada de esa frescura que tiende a durar lo que la yerba bien en un mate cebado por mi señora...
El Pibe, o sea yo, se encontraba cumpliendo con su deber de asesino a sueldo, contratado para acabar con los bolsillos ajenos.-
Después de dos puteadas, un llanto y unos “Yo sólo soy empleado... ¿puedo?”, empecé a parar un poco la maquinita notificadora, sino no iba a poder justificar los tiempo...
Justo en ese preciso instante empieza a gestarse acción pura, dominado de pé a pá la escena.
A unos taitantos metros de un servidor, venía avanzando, a velocidad crucero, un viejito, encorvado y chiquitito, como tantos otros, ayudado por un bastón de madera y el viento a favor.
En la mitad del recorrido que separaba al viejito de El Pibe, de un edificio, hace su aparición una jovencita de cabellos rubios (quizás este detalle apuntalado por un Collestonazo), con un cuerpo agraciado y una belleza más bien mezquina, ayudada por una, a prima facies, simpatía notable.
La niña (y digo “niña” porque daba la sensación de no contar con muchos sufragios en su DNI) estaba como esperando a alguien.
El Pibe, asumiendo el papel de “guacho langa”, intentó ser ese “alguien esperado”, pero tal fue su frustración al descubrir que el viejito tripédico aceleraba su andar unos 50 cm/h, madrugando a este impuesto galán.
Debe ser su abuelo, me atreví a pensar, porque el viejito le sonreía y cambiaba su rumbo hacia la rubia mezquina.
La niña le devolvió la sonrisa y el viejito al encontrarse frente a frente con nuestra modelo de ocasión, disparó unas palabras demoledoras: -Hola belleza, ¿qué es “anymore”?-, haciendo referencia a palabras escritas en la remera de la joven, que rezaban algo así como “I don’t want to fuck you anymore”.
La niña, con dulce voz y simpatía, le responde: -No más... quiere decir “no más”-
En ese preciso instante, El Pibe descubrió en el viejito al terrible y nunca bien ponderado PESCADOR DE AGUAS PROFUNDAS y mi admiración en él creció como los yuyos después de la lluvia.
Para no perderme detalle, lo que siguió lo realicé en cámara lenta, hecho que al PESCADOR y a la rubia simpática les llamó la atención; no es muy común ver a un tipo caminando como astronauta en la Luna, pero como estaban en sus cosas... me ignoraron.
Pude escuchar como el VIEJO PESCADOR seducía, envolvía, maniataba y...y, estemmm, seducía a la niña mezquina.
Ella, acaramelada, respondía a todas sus acciones y el P.A.P. (PESCADOR DE AGUAS PROFUNDAS), poco a poco, iba trayendo la tanza con su presa, la que ya no era dueña de sí, hacia su caña.
 Seguí caminando con sólo un reojo hacia atrás y lo que éste me mostró me llenó de bronca y admiración hacia nuestro MAESTRO DE LA PESCA.
En mi interior se plantearon y replantearon nuevos y viejos conflictos. Los primeros se debieron a preguntas sobre si debía empezar a usar bastón y si me convenía desaprender el poco inglés que sé. Y los segundos, sobre quién me manda a caminar cuando hace tanto calor...
Un tiempo después de este hecho, y pasadas varias correrías debajo de mi puente, me encontraba realizando mi tarea sacerdotal (mi laburo es un sacerdocio) cuando debí pasar por el frente del Registro Civil, siendo testigo de la salida de recién casados.
Grande fue mi asombro cuando descubrí que el machito de la yunta no era otro que mi venerado PESCADOR DE AGUAS PROFUNDAS, quién había logrado obtener la pieza ganadora del concurso empezado hace un tiempo atrás.
Mucha gente quedó mirándome cuando me arrodillé frente a él y con una reverencia le dije que él era mi ¡MAESTRO!
El Viejito Pescador me regaló una sonrisa y un gesto de ganador...
Detrás de los novios salía, con arroz en las manos, la rubia Collestone, que no era otra que la nieta de la actual esposa del P.A.P.
Me acerqué a ella y le pregunté qué había pasado desde aquella vez en el edificio, respondiéndome, que el viejito la había usado como escalón para llegar a su abuela, astuto, paciente...
Invité a la joven rubia mezquina a un café, utilizando algo de lo aprendido por mi nuevo maestro, el PECADOR DE AGUAS PROFUNDAS, método que por supuesto sólo logró un rechazo instantáneo y feroz, razón por la que seguí pateando bolsillos de incautos contribuyentes.
Hïktor, el Peregrino Gris