jueves, 31 de marzo de 2011

Un Viaje, Cito

Apoyo la tarjeta y un bip corto pero sonoro me indica que acabo de debutar... el "boleto" (?) sale escupido con tanta fuerza que va a parar debajo del asiento del chofer.. chofer apure ese motor... me agacho (estoy panzón) y lo agarro... pa' qué mierda lo agarro no sé, pero por las dudas, sumemos papelitos a los bolsillos. Comienza este periplo traveseístico en este "mundo de 20 asientos"... antes, ahora los coles son más grandes, pero bué, título venido a la memoria de vieja telenovela... Miro a todos los güines, busco una historia que contar, pero nada... no hay algo más aburrido que viajar en un omnibus local, siempre las mismas caras, casas, calles, cosas... hasta las puteadas se repiten igual. Medito sobre la existencia tedio-monocromática de los seres que día a día deben, inexorablemente, cumplir con este ritual transportivo... Intento robar pensamientos a algún descuidado ritualero y sólo veo blanco, un click desenchufoso desde el momento de la espera hasta la llegada a destino final (o no tanto), pasando por la subida, la empujada, la sentada (a veces) y el timbrazo...
Es esto un tiempo perdido o el terrible encuentro con uno mismo cada día?
Todo un viaje...

2 comentarios:

  1. Fuiste distraído man! Mientras buscabas historias que contar, seguro más de una compañera de viaje estaría fantaseando una aventura amorosa contigo.
    O aunque sea el consuelo de un roce de baches y vadenes (enemigos de los autos, pero cómplices de los amantes del transporte público).
    A veces, de tan calientes que se ponen, hasta sueltan un sopapo (quiere decir que les gustó).

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  2. Dioses, es cierto, yo buscando historias y seguramente la señora de ruleros y bolsa verde de la cope en un vuelo onírico, abrazándose a mí!! El próximo viaje busco el sopapo!!

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