Volvió a revisar el listado por enésima vez, quería eliminar al menos un nombre... uno menos, menos trabajo.
La dualidad del Perseguidor-Perseguido, ambos, a su manera, sufren este juego del gato y el ratón.
Cuando nos toca como obligación, queremos escapar a su peso... cuando juega como derecho, la ley es inviolable, una moneda con la misma cara... o la misma cruz
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