El cuento no lo escribí, brotó como agua de manantial, 4 hojas de puro sentimiento... VIVE!!! VIVE!!! Gritó Viktor,... lo hice leer por mi entorno (léase Pato, mi crítica Nº 1) y le encantó, salía vía concurso en un abrir y cerrar de ojo, pero una lucesita me dijo: Está el Gabe en línea, pedile una opinión...
El Gabe (ARKA) es un pequeño Gurú Amigo, de esos amigos que los ves cada muerte de obispo, pero al que tenés siempre presente y tiene el don de saber de mucho mucho o de todo un poco bastante o... tonces le mande mi creación, orgulloso de ese hijo perfecto nacido de mis entrañas creativas, y le dije: si tenés que arreglar algo dale gas...
Respuesta de Gabe, breve y concisa: está bueno, sólo vi "tal falta de orotgrafía", no toco nada porque la idea es tuya, lo único que puedo decirte es que así escribía yo cuando tenía que descargarme de algo, mucha prosa o más bien una fusión de prosa-cuento, ahora bien, si es para un concurso, mi consejo es que no te ovides que no escribís autor-autor, sino autor-lector, la idea es que no se aburra con muchas vueltas, frases cortas, y si una idea no cierra comprimila lo más que puedas. Abrazos...
DIOSEEEESSS, mi AmigoGurú apuñaló a mi hijo... MI TESHOROOOO!!! Pero, peor aún,con 5 renglones me demostró que no sé nada de escribir... Ya vuelvo, voy a llorar penas al baño!!!
Lo bueno es que aprendo con rapidez, y las palabras de un Amigo y más si son pocas y directas tiene un valor incalculable, así que reescrbí el cuento como 7 veces más, viendo que siempre sobraban ideas "melopegajosas" que escondían el concepto principal...
Ahora bien, a continuación voy a transcribir el cuento original y luego el que partió al concurso, así los que tienen ganas de leer con muchas vueltas, agarran el primero y a los que se le da por algo más simple le dan al segundo...
Sale con fritas!!!
EL OCASO DEL ALBO REFUGIO
Si te interesara entenderme,
seguir mi descripción,… ser yo… deberías vivir cada una de mis palabras como
tuyas, crear en tu mente una imagen secuenciada del relato, percibir los
humores, sentir los dolores, compartir mi risa/llanto… ser, ni más ni menos,
ese trozo de mí que te regalo…
Permítete
volar
Hïktor,
El Peregrino Gris

La
bauticé “El terror de los peces”, aunque sólo me sirva para dar baños a una
carnada que eternamente se niega a capturar y robar ictícolas vidas…
El
latigazo de una tanza que vuela con la libertad de las golondrinas
primaverosas, dedicándole su música a la danza tribal que realiza esa anchoita
cruel, que al partir, parece reírse en mi cara con un burlesco – en un rato vuelvo… y ¡¡sola!! – y las
crecientes ondas generadas por el clavado de récord olímpico de la firme
plomada, sin dudarlo, gozosa de estar sumergida otra vez…


Párpados
superiores que se dejan caer en un recuerdo, para que las pestañas se abracen
con sus hermanas en un encuentro familiar que se extiende por una eternidad
medida en eones en el espacio-tiempo…
Abro
los ojos con la misma parcimonia con la que los cerré, en el aire se respira
una real sensación de inseguridad… Mi Kimakka
se enciende en el pecho... Otra
vez una imagen que no varía, podrán diferir las prendas, tal vez las caras,
sumemos costumbres, pero nunca los hechos… Alguna vez fue un pre-homínido
peludo y gutural con un tronco de mayor tamaño que el del resto; o tal vez, un
Rey-Sol enviado por los Dioses Primigenios, usando y abusando de la
omnipotencia heredada de Éstos;… y ese tonto Rey de Reyes que afirmó derrumbar
El Templo para luego levantarlo en sólo tres días… hubo quienes sostuvieron que
pagó cara su afirmación… ¿qué pensarán hoy?... Fugaz visión de la Reina del
planeta de los Anillos de Plata, con los mágicos poderes del Encantamiento en
su voz y en su presencia, indefectiblemente, rodeada de seres encantados que
actúan en una conciencia única, ubicua, deponiendo la razón
individual/colectiva de lado… olvidándose de su gente...
Hace
rato que habito esta Aldea (con sueños de gran ciudad), la que se halla a las
sombras de un pequeño Castillo, Albo Refugio, con merecidas, tal vez,
aspiraciones de Gran Feudo.
Fui
seducido por la tranquilidad que brinda, el lugar y su gente, al peso de mis
años/siglos de peregrinar, ese pueblo cuyos anhelos no difieren en lo más
mínimo de los de otros, en tiempo, necesidades y espacio…
Pero
esa mañana el aire no era el mismo, la pasividad de la gente había huido
presurosa a esconderse en un arcón, dando paso a dientes ceñidos, manos tensas
y voces carrasposas en dolor/bronca… La aldea-ciudad comenzaba a generar el
epicentro de una revolución energética que se convertiría en una causa
ejemplificadora… Míticos seres conocidos/olvidados, ancestrales, quizá,
lascivos, desplazando lo conseguido con esfuerzo y perseverancia por gente que
se había ganado su lugar con dignidad y respeto, hacían elevar las voces de
protesta…
Y
aún después de tantos años/siglos vividos, no logro entender como no se puede
asimilar que Justicia hay una sola y es la Divina, que ninguna revolución se
inicia en su nombre, sino, por el contrario, comienzan en la búsqueda de la
extinción de la Injusticia, esa Damita que se viste con las gasas del color de
cada ojo que la ve; y es así, que aquel que cree que es injusto que niños
mueran en campos de trabajo y hambre, no siempre suele ver que es posiblemente
igual de injusto sentarse en tronos de oro y joyas… Injusto se vuelve el
reclamar un derecho coartando el de otros, pero, ¿no lo es también, desoír el
reclamo?...

Cuando
podremos entender que no somos sólo intereses de algo/alguien, sino sangre de
una alma única unida a un todo…
Y
el grito del pueblo en repudio contra las míticos/lascivos seres no se
convierte en un sonido sin retorno, eco que arrastra como verdad absoluta que
no se puede acometer a los poderosos sin sentir/sufrir las consecuencias y este
caso no es la excepción.




Y
un silencio es el inicio de un final…


La
gente, sin poder reaccionar, no queda fuera de este juego esotérico, y el
fuego-dragón trasmuta en una pared de roja energía iridiscente, generada por un
hechizo nacido en el horror/terror, arrastrando como un tsumani indetenible y
de un solo zarpazo, los inquebrantables espíritus-plateados de los defensores…
Y
nuevamente el silencio…
Me
siento inútil, perdí la costumbre de pelear guerras por el solo hecho de
hacerlo, algo en mí entiende que no se construyen triunfos en estos actos, sólo
derrotas para absolutamente todos los que participan y victorias innegadas a
los necios que observan a la distancia,... entre las sombras…





Y en este Aquelarre sin sentido, los restos del Albo Refugio son entregados a otros dominados feudos como maldito botín de guerra,… como si lo que queda fuera un bien sin vida a repartir.
Y
en la desazón de los póstumos minutos/siglos que siguieron al golpe
ejemplificador, una frase invade mi mente como un virus sapiente que busca
cambiar el ángulo de la interpretación…- hoy estoy aquí, con mi espada
envainada, dando ánimo a los caídos,… pero ¿cuál sería mi óptica si mi filo
sirviera, por auténtica creencia, a algún necrogobernante?-.
No
debemos olvidar que el Poder no es otro que esa Meretriz engañosa y embustera
que practica sus actos por puro placer,… jugando de mano en mano con la
celeridad con la que una idea huye de la mente de los tontos…

Se
hunde mi rodilla izquierda en las cenicientas arenas del edificio que ya no
está,… mi rodilla derecha se transforma en el vértice de un perfecto ángulo
recto… los vientos, improvisados participantes,
juegan creando dos olas de cenizas que imitan imágenes que no desconozco,
y dos olas más… y ya son ochenta… y doscientas sesenta se suman sin avisar… Mi
párpado superior se deja caer con la violenta lentitud con la que los recuerdos
afloran a una mente y las pestañas se funden en un abrazo dominguero familiar
que se extiende más allá del espacio-tiempo…
La tanza le manda un mensaje a mi dedo índice y éste no lo retiene y lo dispara a mis ojos, los que se abren con la misma lentitud con la que fueron cerrados y percibo que un descuidado pez cayó en la sirenosa seducción del traidor anzuelo… y como entregado a un destino cierto, el ser acuático se deja arrasar hacia mí, quien con el cuidado de un cirujano cardiólogo, le quito el acero del lastimado labio y con una descuidada amenaza de que hoy zafó, pero mañana ¡ja!, lo devuelvo a su hábitat,… el pez me mira y como una señal de agradecimiento, me señala la línea del horizonte, momento en el que me doy cuenta que es la misma recta que guió a Anhala, la Princesa de Luz, a su salvación después de la catastrófica caída de la Atlantis, mas mis párpados, cansados-agobiados, no bajan y el ocaso solar inminente… se roba otra historia…
La tanza le manda un mensaje a mi dedo índice y éste no lo retiene y lo dispara a mis ojos, los que se abren con la misma lentitud con la que fueron cerrados y percibo que un descuidado pez cayó en la sirenosa seducción del traidor anzuelo… y como entregado a un destino cierto, el ser acuático se deja arrasar hacia mí, quien con el cuidado de un cirujano cardiólogo, le quito el acero del lastimado labio y con una descuidada amenaza de que hoy zafó, pero mañana ¡ja!, lo devuelvo a su hábitat,… el pez me mira y como una señal de agradecimiento, me señala la línea del horizonte, momento en el que me doy cuenta que es la misma recta que guió a Anhala, la Princesa de Luz, a su salvación después de la catastrófica caída de la Atlantis, mas mis párpados, cansados-agobiados, no bajan y el ocaso solar inminente… se roba otra historia…
Extracto
de los Perdidos Libros Místico
-De Hïktor, Cabeza de Hierro, el Peregrino
Gris-
El
Apócrifus
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